viernes, 14 de febrero de 2014

No abras nunca esa puerta (Carlos Hugo Christensen, 1952)



Son dos episodios independientes que tienen en común la puerta que separa el bien del mal. En el primer segmento, Alguien al teléfono, Ángel Magaña intenta vengar la muerte de su hermana, encarnada por Renée Dumas, una muchacha que se suicida por deudas de juego. En el segundo, El pájaro cantor vuelve al hogar, Roberto Escalada personifica un ex presidiario que silba cuando comete crímenes, y que después de años regresa al hogar donde lo espera su madre ciega, personificada por Ilde Pirovano que lo cree regenerado.


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